sábado, 24 de noviembre de 2012
Efraín Aguilar: «Hacemos televisión testimonial»
Adhemar Manjón
- Al fondo hay sitio ya tiene casi cuatro años en el aire y parece que no se desgasta. ¿Cuál es la fórmula?
- Bueno, no sé. Nosotros la llamamos televisión testimonial, y lo que tratamos de hacer es reflejar lo que pasa en las familias de América Latina con humor, divertimento. A esto le sumamos un gran libretista, como es Gigio Arandia, y un gran elenco de actores y tenemos la fórmula del éxito.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer el programa?
- Nosotros veníamos haciendo un par de teleseries desde antes, como Mil oficios, que se hizo desde 2001 hasta 2004, la cual tuvo mucho éxito hasta que se canceló por problemas administrativos. Después hicimos otra llamada Así es la vida, que también tuvo éxito. En ambas se tocaban temas de la problemática de la sociedad. Finalmente decidimos hacer Al fondo hay sitio, en la que tratamos el tema de las diferencias de clases entre las familias y así fueron apareciendo poco a poco las ideas para hacer los capítulos de la serie.
- ¿Cuánto ayudó el empresario boliviano Eric Jürgensen para el éxito de la serie?
- Uf....ciento por ciento. Eric supo la idea de Al fondo hay sitio y me llamó. Me pidió que me sentara y me dijo: “Tú no te levantas hasta que firmes este contrato”. Fue una apuesta segura de su parte, además que yo no iría solo, porque ya tenía en mente algunos artistas para la serie. Él hace honor a su cargo de productor ejecutivo, porque es el verdadero ejecutor de este proyecto. y delegó a mi persona toda la responsabilidad para llevarlo adelante.
- ¿Cómo trabajó en la construcción de los personajes para que impacten tanto en la gente?
- Con la ayuda de Eric, se decidió hacer un taller de estudio de los actores durante dos meses, en el que se los sometió a profundos exámenes sicológicos y físicos. Todos los actores principales tuvieron que hacerlo. Además que pasaron clases para aprender cómo tenían que caminar, hablar, comer, comportase en la mesa. Ese tiempo no grabaron nada.
- El programa tiene más éxito en el sector popular. ¿Siempre apuntaron ahí?
- En Perú, al menos, ese aspecto está equiparado. Según los estudios que hacemos, tenemos un 25% de promedio entre la gente de clase alta y un 35 % de promedio entre la gente de clase media, así que es evidente que está parejo.
- ¿Qué es lo que más le gusta del programa?
- Poder reunir al niño, al padre y al abuelo frente al televisor y que vean la realidad de la gente sin necesidad de estar explicándole al chico lo que ve en la pantalla. Para mí eso es lo importante.
- ¿Qué cambiaría del programa?
- Difícil de responder. Pediría un poco más de presupuesto para así poder incluir a más familias en la trama de la serie, pero mejor dejarlo, ya que así está bastante suculento.
- ¿Piensa alguna vez hacer una película sobre la serie?
- Lo he pensado, pero en nuestro país están acostumbrados a hacer películas de poco presupuesto, además que tendría que rescribir muchas cosas. Hay algunas familias que ya no salen en la serie, tendría que hacerlas volver. Sería complicado. En cuanto a presupuesto, creo que para hacer una película de esta magnitud, se necesitarían unos $us 5 millones.
- ¿Cuánto más durará Al fondo hay sitio?
-El tema de la duración es algo que no podemos definir. Tenemos buenos libretistas que pueden hacer que la serie dure unos 15 o 20 años más. Pero no lo sé, eso depende de la respuesta de la gente.
- ¿Qué le dice al público boliviano que espera hoy al elenco con ansias?
- Agradecerles por la sintonía que nos dan. Es un gusto volver por allá.
Perfil
El rey del rating
Creador de tres series que la anterior década fueron éxitos rotundos en Perú. El mil oficios, Así es la vida y, el más exitoso de ellos, Al fondo hay sitio. Efraín Aguilar, de 65 años y nacido en la capital peruana, supo llevar a la pantalla su punto de vista sobre los problemas de la sociedad peruana y latinoamericana de una manera muy original y cargada de humor. Antes de dedicarse íntegramente a la televisión, tuvo muchos trabajos, como vendedor de carbón, vendedor de verduras, de letreros luminosos, fue panadero, electricista, cargador de arena y atendió una farmacia. Está casado y es padre de tres hijos varones. Una de las facetas de su vida que más disfruta es la de ser profesor de teatro. El próximo año planea llevar actores de otros países a su programa, y así hacerlo más regional.
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