lunes, 31 de diciembre de 2012

Mónica Sánchez Feliz a los 40

Definitivamente es otra mujer. Cuesta encontrar similitudes entre la tranquila, condescendiente y dócil Rosario Flores, Charito, de la telenovela peruana Al fondo hay sitio con Mónica Sánchez Cuadros, la actriz que, desde hace cuatro temporadas, le da vida y que se ha ganado la simpatía de miles de bolivianos que a diario siguen las aventuras y desventuras de ella y su familia.

A diferencia de su personaje, Mónica es una mujer con una sensualidad a flor de piel, desinhibida, divertida, de mirada dulce y sonrisa franca que se define como luchadora, rebelde y a la que no le asusta asumir retos. El mejor ejemplo de ello es su trayectoria artística en la que ha interpretado personajes muy diferentes y polémicos. Semanas atrás la actriz visitó Santa Cruz junto a parte del elenco de la telenovela y fue la oportunidad de conocer a la mujer detrás del personaje de Charito.


¿Cómo ha sido la convivencia con Charito estos años?

Ha sido un reto, porque venía de hacer dramas y porque también soy una mujer más contemporánea, resolutiva e independiente que Charo, que es más conservadora. Ella posee un sentido de responsabilidad distinto, porque su vida es básicamente el cuidado de sus hijos y su familia. Este personaje también me volvió a poner en contacto con el sentido más básico de ser mamá, en el que los hijos son más importante que cualquier cosa, pero además me acercó a la ternura y al carácter más apacible que no tengo, porque soy una mujer más luchadora, cuestionadora y racional. Por ejemplo, siempre he dicho que nunca me bancaría una Nelly en mi vida, yo soy mucho más rebelde (risas), pero Charo sí la aguanta. No porque sea tonta, sino porque ella acepta que es su suegra y ya. La verdad es que para mí no es solo un personaje lindo de interpretar. Se ha convertido en un homenaje a la mujer que se vuelve invisible para la sociedad y que es menos apreciada, porque no ‘trabaja’, cuando el trabajo doméstico que ellas realizan todos los días es- enorme, física y emocionalmente desgastante.













¿Le ha aportado algo de su experiencia como madre de dos hijas a Charito, que tiene tres?

Como mamá yo soy mucho más independiente. No soy tan sobre protectora como Charo. No tendría un hijo como Joel (risas), porque lo estimularía más. Tengo una hija de 16 años y trato de acompañarla en la búsqueda de las cosas que realmente la apasionan, la estimulo para que se involucre con las cosas que le importan. Charo no se cuestiona mucho el tema de la vida y el futuro. Ella está simplemente acompañando y amando a su hijo, que también es un gesto muy bonito y que muchas veces es un aspecto de la vida de las mujeres poco apreciado.

¿Se ha encontrado con mujeres que se identifican con su personaje?

- Muchas y curiosamente no solo en sectores populares o de provincia. Charo habita en las mujeres de todas las clases sociales y en muchas que aparentemente tienen la vida resuelta. Recuerdo que en los dos primeros años de la telenovela se acercaban mujeres que eran viudas o divorciadas y me contaban que querían volver a ser felices como mujer, pero que socialmente eran mal vistas, porque les decían que tenían que priorizar a sus hijos.

¿Es de regirse al guion o prefiere improvisar?

Vengo del teatro, de hacer muchos clásicos y no soy de ‘volar’ e improvisar. Claro que en la serie los guionistas construyen los diálogos de acuerdo con lo que el actor da y no solo en texto, sino también en energía, en gestos y en emociones. Es bien bonito, porque hay una retroalimentación de actores y de guionistas bien chévere.







¿Alguna vez ha cambiado lo que dice el guion?

Evidentemente (risas). Hay expresiones que yo he dicho “Perdón, pero esto Charo no lo diría. Es un léxico que ella no usaría”. O hay silencios en los que he dicho: “Un ratito, ella tiene que decir algo”. El silencio es muy potente y se respeta, pero hay momentos en los que la acción también es importante o tomar postura sobre algún tema. Por ejemplo, me he permitido jugar con su relación con el sexo, porque es muy divertido.

FAMILIA Y ACTUACIÓN


¿Cómo fue su infancia?

Muy bonita. Soy la menor de seis hermanos. Cinco hombres y yo. Fui muy esperada, porque mi papá siempre quiso una hija. Mi mamá me cuenta que de chiquita yo quería ser varón, porque todo mi universo era masculino. Crecí entre hermanos y primos y entendí la lógica masculina más rápido que la femenina (risas), porque el hombre es más simple, más básico, más directo. En cambio, la mujer es más compleja, más ambigua, más competitiva. Eso empecé a entenderlo recién a mis 15 años. Siento que tengo esos dos lados: lo femenino y masculino muy a flor de piel.

¿Es verdad que viene de una familia muy vinculada con la política?

La política y el tema social son inherentes a mi vida desde que tengo uso de razón. Mis hermanos estudiaron en la Universidad Católica y el mayor fue presidente del centro de estudiantes en los años 80, cuando la izquierda tenía mucha presencia allí. En mi casa la hora de la comida se convertía en una sobremesa eterna, porque era el espacio de las discusiones políticas. Por un lado, tenía un papá que era bastante conciliador y por el otro una mamá bastante radical, y de los cinco hermanos tres siempre estaban en marchas y en la militancia política. En épocas de elecciones todos salíamos a pegar carteles.



















¿Es de izquierda o de derecha?

De izquierda. Creo más en la igualdad que en la diferencia. En la libertad que en la represión y en la tolerancia. No podría pensar mi proyecto de vida sin considerar lo que pasa en mi país. No puedo pensar el futuro de mis hijas sin que me importe el contexto en el que van a vivir. Creo en que se puede hacer un país en el que haya más tolerancia y que la democracia sea real. La libertad del ser humano es una idea que respiré de chiquita y que siempre me interesó.

¿En qué momento decidió que quería dedicarse a la actuación?

A los 10 años empecé a hacer teatro, pero creo que a los 16 años ya estaba definida mi vocación, porque a esa edad veía que mis compañeras tenían dos a tres opciones y yo solo tenía una y un tiempo me preocupó, pero después me di cuenta de que estaba claro. Todo empezó como jugando, muy libre y se fue convirtiendo en una profesión que amo y respeto mucho.

Usted es una actriz que también ha provocado muchos comentarios y polémicas por haber realizado uno de los primeros desnudos en la televisión peruana y el año pasado en una conocida revista.

Sí (risas). Yo creo que el erotismo, la sensualidad son inherentes al ser humano. Es como si tuviera que avergonzarme por expresar amor, nostalgia o ternura a través de mis personajes. ¿Por qué tendría que ser diferente con lo erótico y lo sensual?, que también son inherentes a nuestras vidas. Yo lo veo desde esa perspectiva. Es verdad también que me gustan los retos. Cuando fue lo de la Pericholi yo era una niña, una ‘chibola’ que se negaba a hacer televisión, pero cuando me enteré de que el protagonista era un maestro que yo admiraba mucho accedí a hacer el casting. Me dijeron “hay estas escenas de desnudos” y mi mamá me dijo: “Haz tan bien tu trabajo que esas escenas no sean lo único que importe” y eso me motivó mucho. El año pasado cuando me llamaron de la revista Soho me sorprendió mucho, porque no estaba en mis planes, pero la editora es una periodista de primera. Tuvimos una conversación que me hizo pensar que había un criterio impecable detrás de esas fotos. Era el primer número en Perú y dije ok, porque además era halagador que a mi edad se considere que aún tengo un cuerpo armonioso. Entonces dije hagámoslo…

¿Hay algún género que todavía no ha hecho y le gustaría hacer?

Muero por hacer más comedia. Apenas he hecho una. Tengo un lado lúdico, juguetón que hasta ahora en la actuación no he logrado explorar como quisiera. No importa si es en cine, televisión o teatro. El humor negro me encanta.

¿Cómo transcurre hoy su vida cotidiana?

El primer año de la telenovela hice paralelamente dos obras de teatro y casi me muero de agotamiento. Entonces dije ‘no más’. Actualmente me levanto a las 6:00, porque soy muy madrugadora. Me voy 7:30 a trabajar, cuando puedo me escapo a mi casa para almorzar con mis hijas. La mayor ha terminado el colegio y ya ingresó a la universidad y la menor, que tiene seis, está empezando el colegio y después regreso de trabajar tipo 17:00 o 18:00. Me gusta hacer ejercicios, ir al gimnasio.

Soy una persona de vida tranquila. Me encanta estar en mi casa. Me gusta ir al cine, me gusta comer rico y tomar un buen vino. Me apasiona una buena conversación. Son de las cosas que más disfruto y me encanta estar en pijamas, estar en mi casa con mis hijas.

¿Está en pareja?

No, estoy sin pareja.

La prensa de su país la vincula sentimentalmente con Christian Thorsen, su coprotagonista en Al fondo hay sitio.

En algún momento hubo el intento de entablar una relación, pero nos dimos cuenta de que no era para nosotros. Nuestro espacio es un espacio mayor que tiene que ver con la amistad, con el compañerismo.

Pero no le deben faltar pretendientes...

No sé, no me he enterado (risas). Probablemente el hecho de haber vivido dos relaciones muy largas (una de siete y otra de diez años) ha determinado que en este momento disfrute de mi soledad, de mi independencia. Estoy en una etapa de revisar y conocer muchas cosas de mí.

¿Cómo ve su futuro?

Prometedor, lleno de aprendizajes. Desde que tenía 20 años quería tener 40 (risas), te juro que era como una premonición. Porque veía mujeres como mi mamá, que me tuvo a los 41 y era mi referente femenino.

Por alguna razón he llegado a los 40 y me siento en un momento muy pleno de mi vida. Con una lectura de la vida y de mí misma probablemente más esperanzadora de la que hubiera tenido diez años atrás

DE CÓMO SE HIZO CHARITO IBA A RECHAZAR EL PAPEL

AL FONDO HAY SITIO. Mónica tenía decidido no participar de la telenovela. Se reunió con los productores para explicarles sus motivos, pero finalmente la convencieron

¿Cómo fue que decidiste hacer de Charito?
Recibí una llamada de Efraín Aguilar, el productor. En esa época estaba alejada de la televisión por decisión personal. Estaba haciendo mucho teatro, había hecho cine y me encontraba más enfocada en el cuidado de mis hijas, en especial de la más pequeña. Recuerdo que fui a la entrevista con Efraín para decirle que no y agradecerle. Prefería hacerlo directamente para que no creyera que era algo personal o un prejuicio mío, pero entro en la oficina y me encuentro con Efraín, la productora Estela Redhead y el guionista Gigio Aranda. A los 15 minutos de charla me di cuenta de que estaban tan enamorados de su proyecto que la verdad caí redonda. Me sedujo mucho la fe que tenían en el proyecto, las ganas de hacerlo. El elenco que estaban convocando, el director y la historia que iban a contar, porque el personaje no está aislado, sino que es parte de un universo. No tuve más que rendirme y me siento muy feliz de haberlo aceptado.

¿Te imaginaste que fuera a durar tanto en el aire?
No, jamás. Somos casi como una gran familia. Los actores y todos los que hacemos la teleserie estamos orgullosos del producto, porque no siempre el rating es sinónimo de calidad. Sin embargo, se ha logrado las dos cosas. Esto de hacer una serie familiar, blanca, simple, porque tampoco pretende cambiar el mundo. Con cosas que nos son muy cercanas

DETALLES DE UNA ACTRIZ EXITOSA

Ella
La menor de seis hermanos
Nació en la ciudad de Lima el 13 de febrero de 1970. Es la hija menor y tiene cinco hermanos hombres.

Sus hijas

Mariel y Miranda
Con el empresario Mario Sifuentes tuvo a Mariel y de su segundo matrimonio con el argentino Fabian Reyes a Miranda.

“A los 10 años empecé a hacer teatro, pero creo que a los 16 años ya estaba definida mi vocación... todo empezó como jugando”

La actriz

Trayectoria destacada
Ha participado en más de una veintena de obras de teatro, ocho películas y más de una decena de exitosas producciones para la televisión de su país.

FECHAS IMPORTANTES

1992. Debutó en televisión peruana con el papel protagónico de la miniserie épica La Perricholi, realizando el personaje de la amante del virrey Amat.

1999. Actuó en las películas Pantaleón y las visitadoras bajo la dirección de Francisco J. Lombardi y La carnada de Marianne Eyde. Sánchez, el mismo año, presidió el Sindicato Nacional de Actores de Televisión y Cine de Perú.2

2009. El 30 de marzo de ese año empieza a actuar en la serie de televisión Al fondo hay sitio, que es producida por América Televisión.

2011. Recibe el premio Luces, del diario Comercio, como mejor actriz de TV por Al fondo hay sitio.


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