Mauricio Ochmann, Eduardo Santamarina, Carmen Campuzano, Roberto Palazuelos y Diego Álvarez, entre otros, son algunos de los actores y actrices de telenovelas latinoamericanas que buscaron ayuda para encarar sus problemas provenientes del consumo de bebidas alcohólicas y drogas.
Duros momentos. La vida de Carmen Campuzano, actriz y modelo mexicana, es una de las más trágicas, no sólo por sus adicciones al alcohol y la cocaína, destapadas en 2002, sino también por otros problemas que acabaron con sus ganas de vivir. Cuando parecía tener una vida perfecta, junto a su todavía esposo Mario Carballido y sus gemelas, un accidente de tránsito hizo que casi pierda un brazo; luego, una bacteria le carcomió parte de su rostro y quedó deforme. Sin embargo, lo peor vino cuando su dependencia del alcohol y la cocaína le hizo perder la conciencia, el cabello y algunos dientes. A la fecha, ella está en rehabilitación y sin vida pública.
Eduardo Santamarina confesó públicamente ser un alcohólico en tratamiento. El actor de la telenovela Yo amo a Juan Querendón dejó a todos pasmados con sus declaraciones hace un par de años en el programa Don Francisco Presenta, en el que dijo: “Tocas fondo cuando ya no puedes más. Cuando te empiezan a asaltar las ideas de suicidio, que no te gusta nada, no te gusta el agua, sólo el alcohol”.
LA DROGA LE COSTó EL EMPLEO
El actor Mauricio Ochmann renunció a la telenovela Marina, junto a Sandra Echeverría. Controló su enfermedad tras varios meses de rehabilitación.
Diego Álvarez
La muerte de este actor conmocionó a los colombianos en 1993. Él, al parecer sumido en una depresión debido a las drogas, se suicidó lanzándose por la ventana de su casa en Bogotá.
Roberto Palazuelos
El actor de Una familia con suerte padeció de depresiones en la década del 90 que lo llevaron a consumir drogas. A la fecha, maneja un centro de rehabilitación fundado por él.
Sasha Sokol
Por mucho tiempo, la ex-Timbiriche fue adicta al alcohol y la cocaína. Fue de las primeras famosas mexicanas en revelar un problema como éste. Actualmente, recurre a la lectura para no recaer.
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