La exitosa teleserie peruana “Al fondo hay sitio”, tenía que llamarse “La casa se respeta”.
Efraín Aguilar, pilar de este éxito de la televisión peruana, revela en calidad de anécdota algunos de los secretos mejor guardados de su ficción.
“Se habló de La casa se respeta. Incluso en la sala de los Gonzales hay un cuadro con una foto mía (Don Manuel Gonzales) y al pie del marco se lee esa frase. Al final nos animamos por “Al fondo hay sitio” porque era la que más le gustó a todo el equipo de producción”, comenta.
El incontenible éxito de la teleserie “Al fondo hay sitio” no es gratuito.
Detrás de los 30, 40 o 50 puntos de ráting que han registrado, hay un enorme equipo humano que unió su talento para crear, darle vida, forma y hacer del espacio televisivo de América Tv el de mayor sintonía.
¿De dónde salió el auto de Joel y el Bus de Pepe?
Cuenta el productor que el carro viejito de “Joel” (Érick Elera) es de Coqui Aguilar, su hermano. Primero prestó el carro, luego lo vendió a un precio cómodo. El bus de “Pepe” y “Tito” es de una ruta real que va del Callao a Chosica.
Empezaron alquilándolo por horas, luego lo compraron.
LA CASA DE LOS GONZALES Esta casa está inspirada en una casa de San Juan de Miraflores. Buscaron en diferentes barrios un tipo de construcción que se adapte con la que querían mostrar en televisión. Tomaron fotografías y seleccionaron una. Es igual a la casa, la única diferencia es el tamaño de la puerta, la hicieron más grande para que puedan entrar los equipos, las ventanas son desarmables y los techos abiertos para que entre mayor cantidad de luz.
Los actores que tienen personajes estables tienen contrato de exclusividad. No pueden visitar programas de otros canales (sólo de América Televisión), tampoco participar en otras producciones.
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