La ingenua sensualidad de Gabriela, una de las más seductoras mujeres nacidas de la imaginación de Jorge Amado, regresa a la televisión brasileña, que se une de ese modo a la celebración del centenario de su creador, fallecido en 2001.
"Gabriela huele a amor, Gabriela tiene color de canela", declaró hace quince años el escritor nacido el 10 de agosto de 1912 sobre el personaje principal de uno de los más exitosos de sus 36 libros, editado en 1958 y traducido en 35 idiomas.
La historia de "Gabriela, clavo y canela" transcurre en la década de 1920 en Ilheus, una pequeña ciudad del sur del estado de Bahía, y se sitúa en medio de los tiempos dorados que vivió esa región cuando llegó a ser una de las grandes productoras de cacao del mundo.
Amado recrea la llegada del ferrocarril a ese pequeño puerto de la mano de la prosperidad nacida del cacao, que lleva a florecer los negocios, los bancos y hasta los burdeles, y muestra la cara más corrupta, ambiciosa e insensible de los caudillos de la zona.
En ese universo surge Gabriela, una jovencita que llega desde la miseria profunda del campo buscando trabajo como empleada doméstica o cocinera, un arte que conoce como pocas y siempre presente en la prolífica literatura de Amado, que durante su propia vida hizo de la buena mesa un culto.
La contrata Nacib, un sesentón de origen sirio que la emplea como sirvienta, luego como cocinera de su bar "Vesubio", se convierte en su amante y en su esposo después, aunque el matrimonio acaba cuando descubre que ella lo engaña con otro hombre.
La traición escandaliza a la pacata Ilheus, pero que no impide que Nacib desafíe la moral de la época para volver a ser amante de Gabriela.
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